Hacía días que lo decía que sí, que estoy gafada últimamente, que no es broma y la gente empeñada en llevarme la contraria son manías, me decían. Eso y que, en caso de ser así, la cosa no iría a peor. El iluminado que me lo dijo seguro que nunca ha oído hablar de un tal Murphy. Os cuento cómo confirmé mi mala suerte.
Hace meses que me tocó en un concurso una noche en el recién estrenado hotel Eurostars Madrid Tower para dos personas. Mi novio y yo nos moríamos de ganas de ir, para poder fardar más que nada. Sin embargo, decidimos esperar pacientemente y escoger una fecha con calma para poderla aprovechar al máximo. Él es culé. Yo merengue y, como tal, en mi mente siempre estuvo la idea de escoger una fecha que coincidiese con algún partido del Real Madrid. Pensamos en ir para el “estreno” de los de Pellegrini en la Peace Cup. No nos apresuremos, pensamos, Si nos esperamos otro mes, vemos al Milan, eso sí que será un partidazo. Y así fue. Tras un estudio exhaustivo de las diferentes tarifas del AVE (la crisis es la crisis y se ha de mirar hasta el último céntimo) y de la disponibilidad de los hoteles a los que vamos (el regalado y otro más), compramos billetes para el mismo día del partido: el 25 de julio.
Tendré mucho gafe, pero la ilusión de ver a mi equipo no me la quita nadie. Esto es el principio de una buena época, pensé yo. Aunque vaya al campo del enemigo, será un buen partido, pensó él. Día tras día mis expectativas aumentaban. Entraba constantemente en la web del Madrid para ver cuándo salían las entradas y cuáles escogeríamos (los precios, se ha de decir, son muy racionales y me parece genial, que para eso está la pretemporada).
Sorpresa la mía cuando hace unos días entré en AS.com y me encontré con una noticia que anunciaba un posible cambio de fecha y/o rival por órdenes de Platini y de la UEFA. Toda la mañana en vilo, esperando noticias. Entré una decena de veces en la web de mi equipo, en la del Milan y actualicé otras tantas la noticia de AS con la esperanza de que anunciasen sólo un cambio de horario y leer yo entre líneas que mi gafe era sólo una alucinación. Tras horas y horas (puede que sólo fuesen 3, pero a mí se me hicieron eternas), se anunció oficialmente que el Rosenborg era el nuevo rival y que el partido sería un día antes de mi llegada. Adiós a cualquier esperanza de poder ver este equipazo en mi estadio, rodeada de los míos y sintiendo los colores una vez más, como es derecho de cualquier aficionado al fútbol.
¿Por qué cedió el Real Madrid? La fecha del Trofeo Bernabéu estaba escogida hace tiempo y la UEFA acababa de decidirla. Debe haber tantos motivos que sería una pérdida de tiempo ponerse a enumerarlos. Lo que está muy claro es que es mejor tener contenta a la organizadora o luego pasa lo que pasa.
¿Y por qué la UEFA escogió el 25 de Agosto? ¿Sería para robarnos la ilusión a todos los que nos íbamos a desplazar a la capital? ¿Sería porque saben que mandan y les apetecía ese día y punto? Tampoco conozco los motivos; lo que sí tengo cada día más claro es que Michel Platini nos odia cada vez más.
Slaty
